Ya olvídate de lo que la gente dice o piensa de tu startup. Sabemos que piensan al igual que tú que es diferente y creativamente accesible. Ahora dime, ¿cómo te sentirías si por un instante tú fueras el único centro de atención y no tu empresa? ¡Imagínate!… un pitch personal.
No hablamos de beisbol, este pitch es totalmente distinto. Se trata de tu historia personal contada en términos menos formales de networking, es decir, a las personas nos interesa saber todo acerca de nuestros interlocutores. Créenos, los beneficios irán desde conseguir relaciones importantes para tu carrera, e incluso ayudar a que tu startup tenga mucho más éxito:
– Cuéntame tus experiencias e intereses y te diré quién eres.
– ¿Hacia dónde vas?. No es capciosa, es que en verdad quiero que me cuentes acerca de tus fascinantes e impresionantes sueños empresariales.
– Ya sabes qué quieres hacer pero falta lo esencial: ¿Cómo vas a llegar hasta allí?, cuéntame tus tácticas a corto o largo plazo para hacer tus sueños realidad.
Los tres elementos para el perfecto “elevator pitch” ya los tienes. Tómate tu tiempo para responderlas y no desaproveches ninguna ocasión para hacer tu presentación personal. Escucha atentamente, encuentra el momento justo y hazlo.
Ahora es cuando para que las ideas crezcan mejor.